El aluminio es el metal más abundante de la naturaleza, por delante del hierro y del manganeso. Es muy estable ante la oxidación y la corrosión, salvo en ambientes ácidos.
Incluso, puede aumentar su resistencia uniéndolo con elementos como el cobre, manganeso y silicio. El aluminio es fácil de fabricar, porque se puede conseguir el grosor deseado.
Es respetuoso con el medio ambiente, porque puede ser reciclado en el 100%. Se utiliza para la construcción de techos, porque es un buen amortiguador de sonido.
Los profesionales de VALCOMAQ, expertos en la compra y venta de maquinaria industrial de segunda mano y maquinaria para aluminio, explican que es un excelente conductor de calor y electricidad, por eso se utiliza en luces LED, placas de computadoras, productos eléctricos…
Es maleable, puede presentarse formando alambres delgados sin romperse. En la actualidad el aluminio se utiliza para ventanas, trenes de alta velocidad, latas de bebida, telecomunicaciones, automóviles, utensilios de cocina, etc.
Muchos cocineros utilizan las sartenes de aluminio fundido porque tienen una gran capacidad calorífica y se limpian de manera sencilla. Calientan rápido y de manera uniforme, por lo que reduce el consumo energético a la hora de cocinar.
También mejora el aprovechamiento de las propiedades organolépticas de los alimentos, el sabor, el aroma y el color.
Antes de usar por primera vez una sartén de aluminio fundido es importante lavarla con un poco de agua y jabón. Después secarla y aplicarle una fina capa de aceite que cubra toda la superficie. Por último, calentarla en el horno unos 15 minutos, a 180ºC.
Es importante elegir los materiales más adecuados para cocinar de forma segura y sin sustancias perjudiciales. “El utensilio de cocina es el intermediario entre el fuego y el calor, y el conductor de calor si no es de calidad al calentarse puede desprender sustancias que son tóxicas para nuestro organismo”, cuenta el chef Prabhu Sukh.
“Yo soy muy fan del hierro colado, de utensilios de una pieza. Las cazuelas de barro son un diez porque permiten cocciones lentas y progresivas, en cambio, las piezas de cerámica no me gustan nada porque hacen que el producto suelte mucha agua y no permiten la reacción de Maillard, la que hace que las cosas queden crujientes”, dice el cocinero.
Las piezas de hierro fundido se fabrican con moldes de arena y difunden bien el calor. Están esmaltadas lo que evita la oxidación. Además, ahorran energía, porque se puede terminar la cocción aprovechando el calor que retienen.
Antes de usar por primera vez una sartén de hierro fundido hay que aceitarla para evitar que los alimentos más delicados se peguen y después lavarlas.
Los esmaltes de hierro son muy buenos para cocinar y para hornear. Calientan uniformemente y mantienen los sabores en los alimentos.
El vidrio es idóneo para cocinar porque no altera el sabor de la comida. Este material ayuda en la conservación de algunos platos y es apto para el lavavajillas.
También puedes utilizar utensilios de acero inoxidable, ya que son resistentes y no requieren cuidados especiales. El más usado es el acero 18/10 (18 partes de níquel y 10 de cromo).
Es un material que soporta una amplia variedad de condiciones térmicas sin oxidarse. Tiene tanto éxito en la industria hostelera porque es bastante higiénico. Tampoco reacciona químicamente a los ácidos de los alimentos, por lo que no da ningún sabor metálico.
La silicona es antiadherente y se limpia fácilmente. Aguanta temperaturas de hasta -60ºC, por lo que permite congelar. También soporta las altas temperaturas del horno, pero no debe utilizarse a temperaturas superiores a 260 °C.
Debes saber que el titanio no libera sustancias tóxicas. “El titanio se utiliza en la elaboración de prótesis, implantes dentales y en piezas para aeronáutica por su resistencia a situaciones extremas. Se aplica a 20.000 grados de temperatura, consiguiendo así que el antiadherente sea duradero y muy difícil de que se desprenda”, informa el experto.
Sin embargo, evita los utensilios de plástico que contengan BPA porque si los calentamos los derivados del petróleo pasan a los alimentos. ¡Opta por los tuppers de vidrio!
El diario ABC informa que «más del 38 % de los residuos que generamos a nivel mundial proceden de embalar nuestros alimentos en plástico. Bandejas de pescado, embutidos, bricks, paquetes de galletas, envase de los huevos…TODO viene envasado en plástico y ha ido sucediendo así, “sin darnos cuenta” de la repercusión que esto tendría a la larga».
También debes evitar el Teflón. Este material se suele usar para recubrir sartenes y cazuelas pero contiene ácido perflouroctano, es decir, un componente que es tóxico para el organismo.