Si buscamos la palabra pizarra en la Wikipedia nos dice que es una roca metamórfica homogénea de grano fino formada por la compactación por metamorfismo de bajo grado de lutitas (una roca sedimentaria), por lo que es una roca sedimentaria que podemos extraer directamente de nuestra madre Tierra. No es un producto fabricado por la mano del hombre, lo que la convierte en un producto 100 % natural que únicamente necesita un proceso de extracción y preparación para su utilización.
El proceso de extracción consta de varias fases, entre las que podemos destacar los siguientes pasos:
- En primer lugar, se realizan prospecciones geológicas para comprobar y detectar donde se puede encontrar el yacimiento, pues la geología es la técnica más importante, rápida y casi la única que el explorador tiene a su alcance para localizar un nuevo yacimiento. Una vez detectado, la idoneidad de este depende de la estructura geológica y del estado de fracturación del macizo rocoso, una fracturación densa condiciona la extracción de bloques con un grosor mínimo inferior al que podría considerarse como rentables. Localizado el yacimiento deberá procederse al movimiento de tierras mediante explosivos y maquinaria pesada que harán un trabajo de desmonte de terreno estéril que hará que se puede acceder a los grandes bloques de pizarra que serán en un futuro objeto de extracción.
- Habiendo accedido a la zona de roca utilizable con unos barrenos primeramente en sentido horizontal y posteriormente en sentido vertical se abren unas hendiduras por las que se introduce un hilo diamantado que produce el serrado del bloque de pizarra.
- El tercer paso es la separación del bloque de la roca matriz, siempre buscando el plano de exfoliación natural de la roca, para lo cual se utilizan martillos picadores especiales de pico plano.
- Una vez desprendidos los grandes bloques de pizarra se trasladarán a las naves de la empresa que se encargará de realizar su exfoliación de láminas de pizarra y de preparar el proceso para conseguir el formato final que estará preparado para su comercialización y a disposición del cliente. En este aspecto, una de las empresas más consagradas de nuestro país y, por ello, nuestra recomendación en este sector, es Pizarras y derivados, una compañía que se dedica a la comercialización, producción y distribución de pizarras para tejados, suelos y exteriores, cuyos productos están homologados y responden positivamente a las Normas de calidad en vigor de cada país donde se comercializan como son Estados Unidos, Luxemburgo, Francia, Bélgica, Alemania, Noruega, China, etc.
En nuestros días el uso más común de la pizarra es en la construcción de cubiertas, si bien su uso en la construcción se remonta a las primeras edificaciones realizadas por el hombre sobre todo en aquellas partes del planeta donde se localizaba casi a simple vista. Estas construcciones tienen un origen muy rudimentario, rústico, poco elaborado, básicamente su utilización se debía a las excelentes cualidades que presenta esta roca como pueden ser su impermeabilidad y resistencia a las heladas, como aislante térmico, aislante acústico y por su gran durabilidad ya que permanece inalterable y constante frente a factores como la humedad, el polvo, el salitre, el frio, el calor y la nieve o el viento.
El formato final, el que se vende al cliente, puede tener distintas formas y medidas, siendo las más usuales para cubiertas, las siguientes: rectangular, redondeada, ojival o pico pala, rombo, exagonal, schuppen, media luna, etc.
¿Dónde podemos encontrar pizarra en Madrid?
En la capital de España existen multitud de edificios en donde la pizarra está presente en sus cubiertas y que son edificios emblemáticos que llaman poderosamente la atención por sus singulares características como pueden ser:
- Edificio Metrópolis. Inaugurado en el año 1911 y que con sus 45 metros de altura disfrutó durante diez años del título de torre de Madrid. De estilo francés destaca por su singular cúpula redonda cubierta de pizarra con 30.000 panes de oro y coronada por la figura de una Victoria Alada.
- Casa Gallardo. Construido en 1911 su estilo es modernista y con cierto aire palaciego. Sus balcones, ornamentación exterior y cubierta de pizarra lo hacen único.
- Plaza Mayor. Uno de los lugares más emblemáticos de Madrid acaba de cumplir 400 años. De planta rectangular, cuenta con 10 accesos diferentes y 237 balcones, y se encuentra completamente cerrada por edificios de tres plantas cubiertos con pizarra.
- Catedral de Nuestra Señora la Real de la Almudena. En ella se venera la Patrona de la ciudad y constituye la primera catedral consagrada por el papa Juan Pablo II fuera de Roma. De estilo neogótico florido francés, comenzó a construirse en 1883 cuando el rey Alfonso XII colocó su primera piedra.