Las leyes son algo que, al menos por mi parte, se escapan a mi control. Pero los posibles problemas a los que puedes enfrentarte por no tener conocimiento de ellas no nos exime de tener que cumplirlas. Esto se resume de la siguiente manera: “Ignorantia juris non excusat”. O lo que es lo mismo, “la ignorancia de las leyes no excusa de su cumplimiento” (Artículo 6, apartado 1, Capítulo III del Código Penal).
Hoy, vamos a entrar en detalle sobre cómo esto puede afectar al empresario.
¿Qué es una “imprudencia”, hablando legalmente?
En el ámbito legal, la «imprudencia» se refiere a la falta de diligencia o cuidado que una persona muestra al realizar una acción o al omitir tomar una precaución razonable, lo que puede resultar en un daño o perjuicio a otra persona. La imprudencia es un concepto relevante en el campo del derecho civil y penal, donde se evalúa la responsabilidad de una persona por sus acciones o conductas negligentes.
La imprudencia puede ser clasificada en diferentes categorías, dependiendo del grado de culpa y el impacto resultante.
A continuación, te las detallo
-
Imprudencia simple u ordinaria: Es la falta de diligencia que una persona razonablemente cuidadosa y prudente no cometería. La imprudencia simple implica una falta de atención, cuidado o precaución en una situación determinada. Aunque no hay una intención de causar daño, la persona no actúa con la debida prudencia y puede generar responsabilidad civil. Por ejemplo, conducir por encima del límite de velocidad permitido en una zona residencial podría considerarse imprudencia simple.
-
Imprudencia grave: La imprudencia grave se caracteriza por una mayor falta de cuidado y una conducta que supera los límites de lo razonablemente aceptable. En este caso, la persona muestra un desprecio imprudente por la seguridad de otros y no toma las precauciones necesarias. La imprudencia grave puede generar responsabilidad civil y, en algunos casos, también puede constituir un delito. Un ejemplo de imprudencia grave puede ser conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas, poniendo en peligro la vida de los demás.
-
Imprudencia temeraria: La imprudencia temeraria implica una conducta extremadamente descuidada y peligrosa, donde una persona actúa con pleno conocimiento de los riesgos involucrados y, aun así, persiste en su conducta imprudente. Esta categoría de imprudencia puede ser considerada un delito grave y conlleva consecuencias legales más severas. Por ejemplo, participar en carreras ilegales de vehículos a altas velocidades en áreas concurridas es un ejemplo de imprudencia temeraria.
Importante: en cada país es diferente
Es importante tener en cuenta que las clasificaciones y las consecuencias legales específicas de la imprudencia pueden variar según el país y las leyes aplicables.
Cada sistema legal tiene sus propias definiciones y criterios para determinar la responsabilidad por imprudencia en diferentes contextos, ya sea civil o penal. Si tienes dudas o necesitas información más precisa sobre cómo se clasifica la imprudencia en tu jurisdicción, te sugiero consultar a un profesional del derecho o buscar las leyes y regulaciones correspondientes en tu país.
¿Qué tipos de imprudencia pueden cometerse en casa sector laboral?
Las imprudencias son más comunes de lo que pudiera parecer… pero no siempre acaban de la misma forma. De hecho, muchas veces se cometen imprudencias de las que la ley ni siquiera llega a tener conocimiento… pero eso no quita que no pueda ocurrir una desgracia. Es importante tener en cuenta lo que puede pasar o no en cada sector. Por ello, vamos a ponerte algunos ejemplos.
-
Imprudencia en seguridad laboral: Esto implica no cumplir con las normas y procedimientos de seguridad establecidos en el lugar de trabajo, lo que puede poner en riesgo la salud y la seguridad de los empleados. Ejemplos de ello podrían ser no utilizar el equipo de protección personal adecuado, no seguir los protocolos de seguridad al manipular sustancias peligrosas o no mantener las condiciones de trabajo seguras.
-
Imprudencia en el uso de maquinaria: Esto ocurre cuando se utilizan herramientas o maquinaria sin seguir las instrucciones adecuadas o sin recibir la capacitación necesaria. Por ejemplo, utilizar una máquina sin conocer las medidas de seguridad necesarias, no mantener las máquinas en buen estado o no seguir los procedimientos operativos estándar.
-
Imprudencia en el manejo de productos químicos: Esto incluye el manejo inadecuado o descuidado de sustancias químicas en el lugar de trabajo, lo que puede provocar derrames, fugas o exposición a productos tóxicos. Por ejemplo, no almacenar correctamente los productos químicos, mezclar sustancias de manera insegura o no utilizar las medidas de protección adecuadas al manipular productos químicos.
-
Imprudencia en el manejo de información confidencial: Esto implica no seguir los protocolos de seguridad y privacidad de los datos en el entorno laboral. Por ejemplo, divulgar información confidencial a personas no autorizadas, no proteger adecuadamente los sistemas informáticos o no seguir las políticas de seguridad de la información establecidas.
-
Imprudencia en el manejo de equipos o vehículos: Esto ocurre cuando se utilizan equipos o vehículos de forma imprudente o negligente, poniendo en peligro a los empleados o a otros. Por ejemplo, conducir vehículos de la empresa de manera temeraria, utilizar equipos sin recibir la capacitación necesaria o no realizar el mantenimiento adecuado de los equipos.
-
Imprudencia en el manejo de equipos eléctricos: Esto implica no seguir las medidas de seguridad al utilizar equipos eléctricos, lo que puede resultar en riesgo de electrocución o incendios. Ejemplos incluyen no desconectar correctamente los equipos antes de realizar tareas de mantenimiento, sobrecargar los enchufes o utilizar cables eléctricos dañados.
-
Imprudencia en el manejo de cargas pesadas: Esto ocurre cuando se realizan movimientos incorrectos al levantar o transportar objetos pesados, lo que puede resultar en lesiones en la espalda o en otros músculos y articulaciones. Ejemplos incluyen levantar objetos sin utilizar la técnica adecuada, no utilizar ayudas mecánicas cuando sea necesario o ignorar las señales de advertencia de carga máxima.
-
Imprudencia en el manejo de sustancias inflamables: Esto implica no seguir los protocolos de seguridad al trabajar con sustancias inflamables, aumentando el riesgo de incendios o explosiones. Ejemplos incluyen fumar en áreas no designadas, no utilizar recipientes adecuados para el almacenamiento de líquidos inflamables o no seguir los procedimientos de manipulación segura.
-
Imprudencia en el manejo de herramientas manuales: Esto ocurre cuando se utilizan herramientas manuales sin seguir las prácticas de seguridad establecidas, lo que puede provocar lesiones en las manos o en otras partes del cuerpo. Ejemplos incluyen utilizar herramientas sin utilizar guantes de protección, no asegurar las piezas de trabajo adecuadamente o utilizar herramientas defectuosas.
-
Imprudencia en el manejo de emergencias: Esto implica no seguir los protocolos de seguridad establecidos en situaciones de emergencia, lo que puede poner en peligro la vida de los empleados y la propiedad. Ejemplos incluyen no conocer la ubicación y el uso de los equipos de extinción de incendios, no evacuar correctamente el lugar de trabajo en caso de emergencia o no realizar simulacros de evacuación regulares.
Es importante que los empleados y empleadores sean plenamente conscientes de los riesgos asociados y trabajen juntos para promover prácticas seguras y cumplir con las normativas de seguridad establecidas.
¿El empresario podría tener que hacerse cargo de esto ante la Ley?
Desde VMC – Abogado Penalista, nos dan la respuesta: SÍ.
Como empleador o empresario, existe una responsabilidad legal de garantizar un entorno de trabajo seguro y cumplir con las regulaciones y normativas relacionadas con la seguridad laboral. Dependiendo de la jurisdicción y las leyes laborales aplicables, el incumplimiento de estas responsabilidades puede dar lugar a consecuencias legales y obligaciones para el empresario. Algunas de las posibles implicaciones legales pueden incluir:
-
Responsabilidad civil: Si un empleado resulta lesionado o sufre daños debido a la imprudencia del empleador en el cumplimiento de las normas de seguridad, el empresario puede ser considerado responsable civilmente. Esto significa que podría enfrentar demandas y ser obligado a compensar a los empleados afectados por sus lesiones o daños.
-
Sanciones y multas: Las autoridades laborales pueden imponer sanciones y multas si se descubre que el empleador ha sido imprudente en cuanto a la seguridad laboral. Estas sanciones y multas pueden variar según la gravedad de las violaciones y las leyes específicas de cada jurisdicción.
-
Responsabilidad penal: En casos graves de imprudencia laboral que resulten en lesiones graves o muertes, el empleador podría enfrentar cargos penales. Esto podría llevar a un proceso legal y, en caso de ser declarado culpable, el empleador puede enfrentar penas de prisión, multas u otras medidas legales.
¿En qué se resume todo esto?
Como empresarios, es fundamental que estéis familiarizados con las leyes y regulaciones laborales aplicables en tu país y que toméis medidas proactivas para cumplir con ellas y garantizar un entorno de trabajo seguro.
Mi consejo es que, si vais a montar una empresa de cualquier tipo, busquéis asesoría penal.
Un abogado penal puede brindarte orientación y asesoramiento en asuntos relacionados con las imprudencias laborales que puedan tener implicaciones legales. También puede ayudarte a comprender las leyes y regulaciones aplicables, evaluar la situación específica de tu empresa y brindarte orientación sobre cómo cumplir con las normas laborales y prevenir acciones legales o sanciones.
De esta forma, te ahorrarás un buen disgusto… y todo iré mejor.