Poco a poco nuestra sociedad se está uniendo más a ese movimiento ecológico que empezó hace ya varios años y que antes eran una minoría. Al principio, si saltaba la alarma por un producto o por un lote en concreto y los ecologistas ponía el grito en el cielo, la mayor parte de la población los acusaba de exagerados y extremistas porque, para ellos, se trataba sólo de un caso aislado o de un error humano. Luego, cuando empezaron a hablas de pesticidas y productos químicos en nuestros alimentos y dieron de nuevo la voz de alarma, la población volvió a tacharlos de exagerados y ahora, sin embargo, cada día son más los que consumen producto ecológicos.
En Andalucía, por ejemplo, se ha hecho una fuerte apuesta para introducir productos ecológicos en los comedores escolares con el fin de que los niños se alimenten lo mejor posible y de la forma más sana. En Córdoba, la consejera de Agricultura, destaca el aumento de la demanda de productos ecológicos y en la Comunidad Valenciana, empresas como naranjasaldía.com que envía las frutas y verduras directamente, del árbol a tu mesa, tienen que aumentar su producción cada año debido a la gran demanda que reciben. Todo esto debe significar algo ¿no?
En Visionarios estamos viendo una vuelta al campo, a lo natural, a lo ecológico, que cada día va más en aumento. Es como una moda que ha venido para quedarse donde todo lo relacionado con la vida sana tiene cabida y se implanta en la sociedad, desde algo tan nimio como el turismo rural hasta que gobiernos autonómicos obliguen, por ley, a que los comedores escolares sirvan productos ecológicos a los niños.
Cada día somos más conscientes de lo necesario que es para nuestro organismo respirar aire puro, en el campo, comer productos naturales, sin alteraciones, y relajarnos de vez en cuando para no caer en ese estrés continuo al que nos evoca la sociedad actual que parece no querer parar ni un solo minuto.
De aquí a una década, si todo sigue como hasta ahora, proliferarán los negocios y las empresas que apoyen la naturaleza y los productos ecológicos y, por supuesto, estarán en la cresta de la ola aquellas empresas que aboguen por no contaminar con sus servicios, trabajos o su producción porque la imagen que se proyecta es realmente importante en este mundo y aquellas empresas que contaminen o que no apoyen el medioambiente conseguirán ir creándose una mala imagen que las hundirá en el lodo.