La construcción ha sido uno de los negocios más potentes que han existido en España durante el siglo XX y también durante la primera década del XXI. El desarrollo económico que ha vivido nuestro país en los últimos 100 ha hecho posible que cada vez un mayor número de personas y familias pudieran adquirir el dinero suficiente como para comprar o alquilar una vivienda y es eso lo que ha permitido que la industria del ladrillo se haya hecho cada vez más poderosa a pesar de que la crisis económica comenzada en 2008 haya supuesto un pequeño retroceso en la misma.
En una ciudad como lo es Madrid se ha notado especialmente el impacto de lo que venimos comentando. No cabe la menor duda de que esta es una de las ciudades en las que la construcción ha jugado un papel de lo más importante. A la vista está la inmensa cantidad de edificios que han sido edificados desde los años 70. Y es que esta es, además, una de las ciudades que más gente ha acogido debido a la emigración del campo a la ciudad con el paso de las décadas. Pero, no nos confundamos. Eso no ha sido siempre sinónimo de calidad de vida.
Muchos y muchas os estaréis preguntando por qué. La respuesta es bastante simple y tiene que ver con la amplitud de los pisos que tenemos en la capital de España. Un artículo publicado en la página web de la Cadena Ser informaba de que la situación de los pisos en Madrid es algo así como ‘chabolismo vertical’, como así lo define. Y es que hay pisos de hasta 20 metros cuadrados en la capital de España. Un verdadero desastre.
Otro artículo, en este caso publicado en el diario El Mundo, advertía de que los pisos de la Comunidad de Madrid son los más pequeños de España, sirviendo esto de referencia para refrendar todo lo que hemos venido comentando hasta ahora. No cabe la menor duda de que esto implica que hay un problema de habitabilidad en la zona y que es necesario que se tenga esto en cuenta a la hora de que alquilar o comprar un piso. La verdad es que vivir en Madrid en un espacio reducido se ha convertido en algo que, tristemente, es bastante habitual. Lo peor de todo es que no hay visos de mejora.
El espacio tan reducido en el que viven muchos madrileños en sus pisos es lo que ha despertado el ingenio de muchos emprendedores que, sabiendo de primera mano cuáles son las necesidades de este tipo de personas, han decidido implementar servicios adecuados a dichas necesidades. Y es que, teniendo en cuenta que en una vivienda de este estilo no puede haber demasiados electrodomésticos, parece lógico pensar que disponer de un establecimiento en el que se disponga de lavadoras para uso particular es una buena idea. Así es como nos han contado los profesionales de Lavatur que comenzó su modelo de negocio.
Una visión totalmente acertada
El tiempo se ha encargado de demostrar que la apuesta de la que hemos venido hablando ha valido la pena. Eso es lo que se han encargado de señalar muchos de los responsables de los negocios que han operado como lo ha hecho Lavatur. Y es que saber identificar una necesidad y darle una solución es algo que implica un cierto éxito si se hace de un modo correcto. Es una de las máximas del marketing: si eres capaz de darle al cliente justo lo que necesita, está claro que puedes salir ganando. Y tanto.
El ejemplo del que hemos venido hablando a lo largo de todo este texto es ideal para demostrar justo lo que hemos comentado en el párrafo anterior. Y parece ser que buena parte de los comercios como Lavatur han entendido y han captado a la perfección por qué tipo de ciudades apostar a la hora de implantar sus establecimientos. Por eso Madrid es una de las ciudades no solo de España, sino también de Europa, que más establecimientos de autolavado tiene. Y no es para menos en virtud de los espacios reducidos en los que vive la gente y que les obliga a prescindir de electrodomésticos que en otro tipo de entornos no faltarían.
Otra de las grandes ventajas de este tipo de negocios es que van a seguir teniendo futuro porque, como los pisos que se rehabilitan o se construyen siguen siendo del mismo tamaño que los actuales, la necesidad de que lavemos la ropa fuera de casa por falta de espacio va a seguir siendo habitual. Sin duda alguna, quienes hayan sido emprendedores en este tipo de negocios habrán salido muy beneficiados en los últimos tiempos. Y lo van a seguir siendo de cara al futuro.